Cada casa es un mundo, ciertamente, pero esa singularidad (sin dejar de lado los gustos personales) no se traslada a los supermercados. Por el contrario, la suma de los carritos conforman un verdadero universo de sentido en lo que refiere al consumo. Hasta el punto de determinar que, en Tucumán, las mujeres son, por apabullante mayoría, las que siguen decidiendo qué comprar, y que no. Que ya casi nadie paga en efectivo las compras. Que los comestibles ocupan la mayor parte de la carga que se desplaza sobre cuatro rueditas. Y que, progresivamente, los comprovincianos están abandonando esos grandes almacenes llenos de góndolas para mudarse a los más pequeños porque son más rápidos.

Estos son algunos de los elementos que se desprenden de la investigación de mercado realizada en la provincia por la consultora Quality Latinoamérica. "Observamos un cambio en la valoración de los atributos a la hora de elegir un supermercado. El consumidor de hoy prioriza las primeras marcas y la comodidad viéndose atraído por formatos mas acotados", explica Gonzalo Zalazar Romero, graduado en Administración y Dirección de Empresas y director de la firma.

El profesional presenta un identikit del supermercado ideal para los tucumanos en estos momentos. El ranking de atributos está encabezado por la posibilidad de encontrar productos de calidad (marcas lideres y productos frescos). Le siguen la cercanía al lugar de residencia, los precios convenientes, la recepción de todas las formas de pago, los convenios especiales con bancos y tarjetas de crédito, los descuentos, la variedad de marcas por categoría, una mayor cantidad de cajas rápidas y, lo que no es menor, que cobre todos los servicios e impuestos municipales y provinciales.

"Lo que notamos es una demanda de que el supermercado esté orientado al servicio y que las cadenas sean las que se trasladen al barrio: la vuelta al barrio desde un formato express, bajo en paraguas de un supermercado líder", sintetiza Zalazar Romero.

En esa línea, también expone los principales motivos que provocarían el abandono de un supermercado por parte de los clientes. Son cuatro: la mala calidad de los productos (ausencia de marcas líderes, productos en mal estado), los precios excesivamente altos respecto a otros supermercados, la mala atención y las demoras excesivas en cajas

Quién es quién

"Los principales decisores de compra siguen siendo las mujeres. Sobre la base de una muestra de 300 casos, ellas son las que deciden en el 80%, de los casos", puntualiza el consultor.

Las investigaciones de Quality Latinoamérica también determinan que la categoría de alimentos y bebidas es la de más peso en el "carrito", con un 68% de los productos. Le siguen, con un 14%, los productos de limpieza y perfumería. El 18% restante es ocupado por los otros productos. "Es importante mencionar que en todas las categorías predominan las marcas líderes", advierte.

Zalazar Romero consigna, además, que el efectivo ha perdido espacio en las góndolas, "principalmente por las acciones y los beneficios del su uso de las tarjetas de crédito y de débito (descuentos, practicidad y sin problemas de cambio).

No al contado

"Según los datos de un estudio realizado en Tucumán por nuestra consultora, el 90% de los consumidores prefiere pagar con tarjeta (crédito o debito) sus compras en supermercados", precisó.

Los clientes, por cierto, demandan mucho más que mercancías en los supermercados.

"Buscan una experiencia gratificante y resolutiva, marcada por sensaciones de alegría y de satisfacción", describe el especialista tucumano.

"El grupo donde se observa de forma más marcada esa tendencia es el de los jóvenes modernos, que viven solos o en pareja. Ellos priorizan el precio, la cercanía y el ahorro de tiempo: mas cajas y, a la vez, superficies mas acotadas. Además, están acostumbrados a resolver on line gran parte de sus actividades", concluyó el director de Quality Latinoamérica.